Las tarjetas bancarias de débito y crédito son las más habituales en nuestras carteras y monederos, pero también hay una legión de tarjetas de comercio, aerolíneas, gasolineras y de fidelización. Cierran el grupo las tarjetas monedero o tarjetas prepago.
Hemos visto que las tarjetas bancarias son productos financieros de pago emitidos por bancos en favor de sus clientes que les permiten disponer del dinero en efectivo de su cuenta (o de su saldo en el caso de las prepago) o a través de cajeros automáticos además de hacer pagos en los comercios y tiendas online que aceptan su uso.
También vimos que hay tres grandes compañías mundiales emisoras de tarjetas que disponen de una red de millones de comercios asociados y dan servicios a sus usuarios de tarjetas, Visa, MasterCard y American Express.
Veamos ahora las tarjetas más habituales en nuestras carteras y monederos.
Tabla de Contenidos
Tarjetas de débito
Las tarjetas de débito son las más próximas al dinero en efectivo, ya que sólo nos permiten disponer, a través de un pago en un comercio, o de una extracción de dinero en un cajero automático, del saldo en la cuenta bancaria a la que están asociadas.
Pero, a diferencia del dinero al que sustituyen, son más seguras porque son nominativas (se expiden a nuestro nombre, con lo cual te podrán pedir identificarte si la usas, con un documento de identidad), y se sirven de un código de seguridad único y personal de cuatro dígitos, (PIN) para confirmar un pago (presencial en un comercio, u online en una tienda online).
Estas tarjetas requieren un contrato de tarjeta de débito con el banco donde tengas tu cuenta corriente y pueden tener (o no), una comisión anual por emisión o por renovación, a tener en cuenta. Algunas te pueden devolver parte de lo que pagas con ellas (cashback).
Tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito son las más peligrosas para tu economía familiar y tu objetivo de ahorro porque te permiten financiar a crédito (y muy caro) tu consumo, con el límite periódico que tu banco estime que puede concederte.
Un ejemplo. Una familia que gana 3000 euros al mes entre los dos, puede disponer de un crédito de hasta 600 euros en sus compras con tarjeta de crédito. Esto quiere decir que, llegado el momento de pagar, si no dispone de suficiente efectivo en su cuenta en ese momento, puede decidir pagar en 3 mensualidades su compra, pagando cada mes una tercera parte de su deuda con el banco, más un buen pellizco en forma de intereses (el coste del préstamo que el banco le hace).
Como no es necesario gastar los 600 euros sino una parte de ellos, lo que el banco autoriza es que en todo momento, no exista una deuda acumulada por varias compras que supere esa cantidad. Por eso se dice que al titular de la tarjeta de crédito, se le concede una «línea de crédito» (el derecho a gastar hasta un total).
Las tarjetas de crédito emitidas por los comercios suelen tener la ventaja de que a veces te financian tus compras sin ningún recargo de intereses. Es decir, que te financian gratis una compra a X meses sin intereses. Esta fórmula puede ser interesante si los tipos de interés de tu país son altos, pero a la vez peligrosa porque te obligan a planificar en los siguientes meses un dinero (la cuota mensual a devolver por tu crédito), que ya no tienes y deberías descontar de tus ingresos futuros (tus próximas nóminas), cuando lleguen.
Las tarjetas de crédito las suelen emitir los bancos, pero también lo hacen los centros comerciales y cadenas de hipermercados, las gasolineras, las aerolíneas, etc.
Al igual que las de débito, tienen muchas configuraciones de seguridad y límites que te permiten tener tu dinero (de plástico), muy seguro si eres persona cauta.
Estas tarjetas requieren un contrato de tarjeta de débito con el banco donde tengas tu cuenta corriente o la entidad financiera que las emita. Pueden tener (o no), una comisión anual por emisión o por renovación, a tener en cuenta. Algunas te pueden devolver parte de lo que pagas con ellas (cashback).
Tarjetas duales
A las tarjetas bancarias que en principio son a débito pero pueden ser usadas a crédito, se las conoce como tarjetas duales. Técnicamente son igual que las dos anteriores.
Tarjetas de comercio
Las tarjetas de comercio son tarjetas duales emitidas por comercios (El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo, Ikea, etc.) o por otros establecimientos como gasolineras (Repsol, Cepsa, etc.) o aerolíneas (Iberia), etc.. Te permiten pagar normalmente en esos establecimientos, e incluso fuera de ellos en cualquier comercio.
Estas tarjetas lo que hacen es vincularse a tu cuenta bancaria igual que la tarjeta de débito o crédito de tu banco. Es decir, que son un «cargo» más a tener en cuenta en todo momento (pago al contado) cada vez que pagas o una vez al mes.
Te explico cómo funcionan. Supongo que muchas veces te habrán preguntado a la hora de pagar con tarjeta en tu supermercado o tu comercio cómo quieres hacerlo: contado, contado fin de mes y a crédito.
Por ejemplo, un matrimonio está en Leroy Merlin comprando unas estanterías por 80 euros y se decide a pagar con su tarjeta esa compra. El cajero le hace la pregunta de cómo desea pagar su compra:
- Contado significa que el terminal punto de venta pregunta en milisegundos a tu banco si en ese momento dispones de saldo de dinero para hacer frente a los 80 euros. Si es así, autoriza la operación a Leroy Merlín, que te da tu tique de compra y tú te vas a casa a montar la estantería, todo feliz. Esta modalidad es la más segura para tus objetivos financieros. Pagando a contado gastas lo que tienes pero nada más.
- Contado fin de mes: esta modalidad es cómoda (no tiene coste) pero peligrosa ya que supone que, hasta un límite mensual que te autoriza la entidad financiera, puedes acumular compras y compras. Llegado el fin de mes (en realidad, el día 20 aproximadamente de cada mes), la entidad financiera suma todas tus compras desde el día 21 del mes anterior hasta el 20 de este mes en curso, y días más tarde, te pasa un cargo por el total en tu cuenta bancaria. Tiene el peligro de que si te pasas un mes de la raya, cuando lleguen tus ingresos del mes, posiblemente vuelvan a salir de nuevo porque se te fue la mano con el gasto (aunque fuera sin intereses).
- A crédito: esta es la opción más peligrosa y menos inteligente de pagar tus compras ya que la entidad financiera te cobrará unos intereses mensuales muy altos cada mes que tengas deudas con ella. Además te podrás endeudar y tomar un hábito de consumo muy peligroso: como no tengo ahora, y lo quiero, me lo compro a crédito.
Tarjetas prepago
Las tarjetas bancarias prepago son tarjetas anónimas (no nominativas) emitidas por Visa o MasterCard que tienen un saldo «virtual» de dinero asociado pero sin una cuenta bancaria asociada.
Están pensadas para gente que no maneja una cuenta bancaria porque no tiene ingresos estables (por ejemplo, un joven que se va a estudiar unos meses) o porque los bancos no se fían de ella (de su capacidad para pagar). Pero también para quien, no fiándose de pagar por Internet una compra online, quiere meter los datos de esa tarjeta. De esta manera te aseguras de que ningún hacker pueda acceder a tu tarjeta y de que si lo hiciera, no podría llevarse más del saldo en ese momento de la tarjeta prepago.
Imagina que contratas una de estas tarjetas. Lo primero que haces es meter un dinero en ella, por ejemplo 300 euros. Este será el límite de gastos que podrás hacer con ella de una sola vez o en varias compras mientras no recargues más saldo en la tarjeta. Estas tarjetas, aunque no son nominativas, son más seguras que el dinero, porque tienen una numeración única y disponen de un PIN de seguridad con el que demostrar que eres su titular.
Ejemplos de tarjetas prepago son las que emite Correos, la Viabuy, la Spark etc.
Tarjetas prepago multimoneda
Una variante de las tarjetas prepago son las prepago multimoneda, como la tarjeta Globalcard de Global Exchange una empresa de cambio de moneda, que te permite disponer de un saldo en euros, que se puede convertir a otras monedas en todo momento y que te permitirá pagar en dólares o en francos suizos y otras monedas dependiendo de dónde estés viajando.
Obviamente, cada vez que cambies saldos de una moneda a otra (y cuando hagas pagos), la emisora se quedará con una comisión por cambio de moneda o por uso. Así que conoce bien estas comisiones antes de contratarla.
Tarjetas de fidelización
Algunas tarjetas bancarias (Carrefour Pass), son a su vez tarjetas de fidelización porque permiten obtener puntos o saldo en euros para redimir en el comercio que las emite. Pero en general, las tarjetas de fidelización no suelen ser tarjetas bancarias sino medios que acreditan pertenecer a un club y disponer de un saldo en puntos que redimir en ese mismo comercio o red de comercios. Una de las más conocidas es la tarjeta TravelClub.
Lecciones aprendidas
- Las tarjetas bancarias son un sustituto más seguro que el dinero en efectivo.
- Si quieres ahorrar y mantener estables tus finanzas personales, usa solo una tarjeta de débito o una de crédito con la modalidad de pago contado.
- No recurras al crédito de las tarjetas de crédito: es ruinoso y puede poner en peligro tu economía.
- A la hora de elegir una tarjeta, piensa en las comisiones que te podrán pagar a la emisión y después, y en si alguna te devuelve dinero por tus compras.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
4 Comentarios
4 Replies to “Tipos de tarjetas bancarias”
Me gusta la forma en la que redactas, muchas gracias, seguiré leyendo tu blog.
Muchas gracias Jose!
Buenísimo el post. Reciba un cordial saludo.
Me gustaria obtener una tarjeta VISA para hacer una cuenta bancaria en dolares. Necesito saber q debo hacer.