Cargo no reconocido
en tarjeta

Cargo no reconocido

Un cargo no reconocido es un movimiento en tu tarjeta bancaria que desconocías, no esperabas o no has autorizado. En este post vemos qué hacer ante un cargo no reconocido en tu tarjeta.

Servicios de suscripción

Uno de los problemas de las economías bancarizadas es que los servicios financieros nos hacen la vida más cómoda, pero también nos la pueden complicar. Si miramos nuestro extracto bancario hay muchas muestras de servicios de suscripción y renovación automática que nos hacen la vida mejor:

• La suscripción mensual a Netflix, HBO, Amazon Prime, etc. 

• La suscripción anual a una revista de papel que nos gusta.

• La cuota periódica del gimnasio.

• La renovación del seguro del coche.

• Un club de vinos que me envía todos los meses una botellita a cambio de una cuota fija.

• El dominio de Internet de la web que usas

Todos ellos tienen en común una característica:

el cliente de un servicio de suscripción se sirve de un medio de pago (su tarjeta bancaria o una domiciliación bancaria) para pagar la suscripción, que facilita al prestador del servicio o vendedor del producto, llevado por la confianza que este le inspira.

Tras componentes de una suscripción

Tipo de producto o servicio contratado y confianza en el vendedor aparte, los tres componentes de un servicio de suscripción que nos deben interesar y que debemos «controlar» para ahorrar, son:

• El importe de la cuota periódica. No es lo mismo los 11,99 euros mensuales de Netflix que los 300 euros anuales del gimnasio o del seguro. Cara al ahorro, siempre debemos priorizar gastos importantes que no nos merezca la pena renovar. Y ojo, porque muchos pequeños gastos de 11,99 euros también suman una cantidad a fin de mes. 

• La periodicidad de la cuota. Determina la capacidad de maniobra que tendremos para poner fin a un gasto en el que no querremos incurrir. Y también nos obliga a estar muy cautos si no queremos renovar ya que «se nos puede pasar» la fecha y automáticamente renovar el pago sin nuestro consentimiento expreso (se habla de consentimiento tácito).

• La forma y fecha de efecto de la cancelación: hay empresas brillantes que te dan visibilidad permanente de tu suscripción, que te permiten darte de baja de inmediato e incluso seleccionar si quieres renovar o no tu compromiso al terminar el período de suscripción. Y hay empresas nefastas que basan parte de su negocio en «colar» recibos no queridos por sus clientes, o incluso obligarles a cancelar su suscripción con una antelación (preaviso) totalmente abusiva.

Cancelación de una suscripción

Es en este último grupo de empresas donde surgen problemas ya que el usuario no suele tener información clara ni sobre el cómo ni el cuándo debe solicitar una cancelación y la empresa prestadora del servicio o producto, puede usar esto para cargarnos un recibo que no deseábamos.

Muchas empresas aún viven de este modelo de renovación tácita sin avisar al cliente, a pesar de que éste puede incluso de no estar beneficiándose del servicio ofrecido.

Retrocesiones en pagos por domiciliación bancaria

Cuando se trata de un pago por domiciliación bancaria, el consumidor tiene la sartén por el mango. En el alta facilitó el IBAN de su cuenta corriente a la empresa y esta le pasa una orden de pago que el consumidor puede rechazar hasta 60 días después de habérsele hecho el cargo.

Una domiciliación bancaria es una orden a nuestro banco para que atienda periódicamente, hasta nuevo aviso, el cobro de recibos de una empresa, administración o particular por un servicio o producto con el saldo de nuestra cuenta bancaria.

En este caso, la normativa interpreta que es el usuario quien da una orden a su banco para que atienda una solicitud de pago por parte de la empresa. Es el cliente quien tiene la voz cantante y puede durante 60 días devolver el recibo que le ha sido pasado al cargo.

En este caso el proceso es ágil y rápido.

Retrocesiones en pagos por tarjeta

El cobro indebido de un servicio con nuestra tarjeta es mucho más complicado de disputar a una empresa. La diferencia con la domiciliación está en que se supone que el usuario ha facilitado su tarjeta y autorizado el pago, mientras que en la domiciliación el usuario ordena a su banco que le pase al cargo una serie de recibos «hasta nueva orden» en contrario.

El pago por tarjeta, que es válido en una compra presencial en el momento (salvo que se trate de un uso fraudulento), se complica cuando facilitamos a la empresa nuestra tarjeta en el momento de iniciar una relación cliente-empresa. Estas empresas como los gimnasios, que solo ofrecen esta modalidad de pago, abusan de esta confianza del cliente para «colar» renovaciones muy a menudo contra la voluntad expresa del titular de la tarjeta.

Lo que hay que saber es que la ley no está de nuestra parte y no nos permite cancelar ese pago, pero sí reclamarlo, armados con la oportuna documentación y pruebas en nuestro favor. Veamos cómo se puede solicitar a nuestro banco disputar un cobro indebido en nuestra tarjeta al banco de la empresa ahora contraria (y muchas veces indeseable).

Cómo notificar al banco un cargo no reconocido

Cuando se produce un cargo no reconocido en tu tarjeta lo primero que debes hacer es reclamar por escrito a la empresa que te ha hecho el cargo. Esto se puede hacer escribiendo a su servicio de atención al cliente o poniéndoles una hoja de reclamaciones. Esto es importante porque estamos «disputando» un cobro y debemos ser capaces de demostrar que es ciertamente indebido y que hemos cumplido las exigencias del contrato de servicios firmado con la empresa originariamente.

Por ejemplo, si la suscripción trimestral al gimnasio te obliga a hacer la cancelación un mes antes del vencimiento, lo has hecho por escrito, y aún así te cobran una nueva cuota trimestral, tienes un «asidero legal» para demostrar el cargo no reconocido. Si no, te será difícil.

Una vez con la respuesta de la empresa, que naturalmente, será que no y que se reafirman en el cobro y que te fastidies, es el momento de contactar con nuestro banco. Normalmente disponen de un procedimiento organizado de notificación y seguimiento de nuestras reclamaciones por cobros indebidos.

Por ejemplo, ING:

Deberás rellenar un par de documentos con los datos de la tarjeta bancaria, la fecha, importe que reclamas y las causas. Esto último es importante que sea detallado y exhaustivo ya que debes poder probar a tu banco que la empresa ha incumplido el contrato y que tú sí lo has cumplido.

Cualquier prueba de que se disponga como el contrato de suscripción, el cargo no reconocido, comunicaciones con el servicio de atención al cliente de la empresa, etc, es bueno que se incluya.

Con toda esta documentación, tu banco abrirá un expediente que trasladará al banco de la empresa, y este a su vez hablará con su empresa. 

No dejes tu tarjeta a empresas no serias

La moraleja de este post y mi consejo personal serían nunca facilitar nuestra tarjeta bancaria en un contrato de suscripción con renovación periódica si la empresa no es seria. 

No es seria una empresa que:

• no te ofrece opciones de pago alternativas a la tarjeta para contratar la suscripción.

• te obliga a notificar la cancelación un mes antes del vencimiento del período contratado y si te olvidas te cuela un nuevo recibo.

• te carga un nuevo recibo en tu tarjeta un mes antes del vencimiento de tu actual período contratado.

• no te avisa de que va a hacerte un cargo dándote la opción de decir que NO.

• si le reclamas no entra en razones y solo valora el dinero por encima del cliente.

Si el pago de la suscripción fuera con tarjeta sí o sí, no hubiera alternativa y deseas contratar, la mejor opción sería facilitar a la empresa una tarjeta prepago con un saldo por la cantidad a pagar. De esta manera te puedes despreocupar. Llegada la renovación serán ellos los que te contactarán para avisarte de que el pago les ha sido rechazado por saldo insuficiente y tú serás libre de decidir si renuevas o no.

En cualquier caso, se echa de menos (¿a qué se dedica nuestro Ministro de Consumo?) una normativa que meta en vereda a todas estas empresas que viven más de colar a sus clientes servicios que ya no les interesan que en darles un auténtico servicio transparente: si no estoy a la altura, puedes abandonar cuando quieras.

¿Para cuándo la obligación de renovación expresa del cliente de un servicio de suscripción administrable desde el área de cliente de la página web del prestador de servicios?

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Juan del Real Martín

Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.