«Tarjeta para niños Pixpay». Fecha de publicación: 7 agosto 2024.
Si tienes hijos adolescentes a tu cargo seguramente te habrás preguntado sobre qué cuenta para chavales abrirles, donde meter sus primeros dineros (paga, comunión, abuelos, etc.). Tal vez, solo hayas necesitado dotarles de una tarjeta con la que pagar sus gastos durante un viaje o estancia en el extranjero. En este post te analizo en profundidad la tarjeta para niños Pixpay, con sus pros y cons.
Sigue leyendo sobre este medio de pago destinado a niños y adolescentes.
Tabla de Contenidos
Tarjeta Pixpay
La tarjeta Pixpay es una tarjeta de débito MasterCard con un número IBAN asociado, para poder recibir ingresos por transferencia. La emite Pixpay a nombre de nuestro hijo y es personalizable entre más de 100 diseños.
El responsable y titular del contrato de tarjeta es el adulto, no el menor. Por tanto, el padre o tutor responde de un mal uso de la tarjeta.
En Pixpay, el propietario legal de la cuenta y de la tarjeta es siempre un adulto (el Padre/Madre). Como padre/madre, puedes confiar tu tarjeta a otro usuario (generalmente tu hijo) y autorizarle a usarla en tu nombre. Pero tú sigues siendo responsable de todo lo que tu hijo haga con tu tarjeta, como si lo hicieras tú mismo. Además, aunque puedes autorizar a tu hijo a utilizar los fondos disponibles en tu cuenta Pixpay, tú sigues siendo el único propietario de dichos fondos, independientemente de su origen.
Su peculiaridad es que añade una capa de educación financiera a sus jóvenes usuarios ya probada con éxito en Reino Unido (tarjeta Go Henry) y Estados Unidos (tarjeta Acorns).
En palabras de la propia Pixpay:
Pixpay trata de proporcionar a los padres la mejor tecnología para dar recursos a sus hijos, permitirles tomar sus propias decisiones y ayudarles a crecer en un mundo en el que el dinero se está volviendo digital. Y todo esto de una manera sencilla, fácil y adaptada.
Se puede solicitar para un menor a partir de los 10 años y hasta sus 18 años y viene acompañada de una aplicación móvil doble (una para el menor y otra para los padres) desde donde gestionar todos los movimientos y datos personales del usuario.
La Pixpay funciona con una cuota mensual a partir de 2,99 euros/mes en el Plan Light, sin permanencia.
La tarjeta está disponible físicamente (el niño recibe un «plástico»), como virtualmente, para llevar en el móvil y también pagar con Apple Pay o Google Pay. Es compatible con face ID o con touchID y con ella, el niño recibe un PIN personalizable con el que autorizar todas sus compras.
Pixpay Light, Smart o One
Las tres modalidades de la tarjeta Pixpay, que condicionan su cuota mensual son Light, Smart o One, siendo la Light la más simple y barata de todas ellas.
Funcionalidades más interesantes
La tarjeta presenta una serie de funcionalidades interesantes para los padres de cara a facilitar a sus pequeños un medio de pago sin ceder en cierto nivel de supervisión.
Ojo, dependiendo de la modalidad de tarjeta, Light, Smart o One, así la tarjeta dispondrá o no de alguna de estas funcionalidades.
Las funcionalidades que me parecen más interesantes de la tarjeta para niños Pixpay:
Pago en todo tipo de comercios con cashback
Como buena tarjeta de débito MasterCard, se puede pagar en cualquier tipo de comercio, físico o virtual (tienda online), en España y en el extranjero. Pero los padres tienen el control sobre estos aspectos.
Su uso en euros en la Unión Europea es sin comisiones y te devuelven el 1% de tus compra en tiendas físicas directamente en el saldo de la tarjeta.
Configurable por los padres
Los padres (juntos o por separado) pueden a través de la App de la tarjeta configurar el uso que se pueda hacer de la tarjeta y de su saldo. Por ejemplo, se puede permitir su uso para retirar dinero de cajeros fijando un límite a la cantidad y/o número de extracciones, pero no para pagar en el extranjero.
Se puede además configurar un límite superior para compras en comercios, o excluir algunos comercios (o categorías completas de comercio) de entre los aceptados para compras.
También se pueden configurar los pagos sin contacto (contact-less) o de manera online. O bloquearla a distancia por los padres en caso de extravío o robo de la tarjeta.
Información de cada movimiento
Los padres quedan tranquilos, ya que, tras cada pago con la tarjeta, reciben una notificación en tiempo real con el importe, el lugar y el comercio.
Paga «virtual». Recompensas por tareas
La tarjeta permite a los padres ingresar al menor tenedor de la tarjeta una paga de forma virtual en una fecha concreta del mes, y de forma recurrente.
Con esta tarjeta te olvidas de «la paga» en mano. El niño ve crecer el saldo disponible y puede gastarlo de forma segura en sus compras y gastos más habituales.
También permite encargarles pequeñas tareas caseras a cambio de ingresos puntuales que quedarán archivados en su histórico de la App.
Seguridad
Al tratarse de una tarjeta de débito, no podrá gastarse un importe superior a su saldo en todo momento. Además, cada pago va reforzado con un PIN que solo el menor conoce.
Además, la tarjeta se puede bloquear fácilmente en caso de sospecha de posible fraude o desbloquearla, una vez solucionada la incidencia.
Finalmente, la aplicación Pixpay se abre con FaceID o TouchID para total comodidad de sus usuarios, con la seguridad de estos sistemas biométricos de identificación de los smartphones.
Educación financiera
La tarjeta viene acompañada de una estrategia de contenidos en educación financiera destinados al menor de edad.
El menor encontrará funcionalidades y mensajes educativos que incentivarán su ahorro global, su ahorro espefícico para metas concretas que se fije o llevar las cuantías redondeadas de sus gastos a una «hucha» especial, etc. Además recibirá información con el impacto en la huella de carbono de cada uno de sus gastos.
Seguros añadidos
Usuarios inseparables de las «pantallas móviles», con la tarjeta se acompaña un seguro que puede ser interesantes (aunque no debería ser la razón por la que contratar la tarjeta para niños Pixpay): un seguro de pantallas rota (reembolso de hasta 150 €).
Adicionalmente se ofrecen con este medio de pago un seguro contra el ciberacoso del menor (hasta 500 € para cubrir los gastos de consulta a un abogado o médico especialista).
Y un seguro de asistencia en viaje que incluye repatriación médica, línea médica telefónica 24/7 o anticipos por urgencias dentales.
Inconvenientes
Quizás, el único inconveniente que le veo a este medio de pago para niños a parte de la cuota mensual es el de la responsabilidad de los padres sobre el uso que el menor haga de la tarjeta. Y que el saldo disponible en la misma pertenece «legalmente» al padre o tutor y no al hijo.
Es decir, que volcando sus ahorros en la tarjeta, el niño pasa «legalmente» a no disponer de su dinero, y confiarlo al padre o tutor. Esto es hasta cierto punto lógico por la responsabilidad penal del menor de edad, pero no me termina de encajar.
Cómo se pide. Quién la pide
A la hora de contratar la tarjeta han de ser los padres quienes hagan la gestión en la web de Pixpay. En caso de que sea el menor de edad, los padres reciben un enlace al formulario de solicitud de la tarjeta.
Basta con introducir el número de móvil del mayor de edad y rellenar los datos personales del padres o padres (nombre completo, dirección y contacto). Luego se introducen los datos del menor usuario de la tarjeta.
Luego se elige entre uno de los tres planes (Light, Smart o One) ys e introducen los datos de la tarjeta de pago del tutor para el cobro de la primera mensualidad.
El envío de la tarjeta se incluye en el plan Pixpay elegido de los tres disponibles. Una vez pedida, la recibirás en casa entre 5 y 9 días laborables después.
Quién hay detrás de Pixpay
La entidad financiera que distribuye la tarjeta Pixpay es BFF Financial Services.
La entidad emisora de la tarjeta es la entidad de dinero electrónico francesa, filial del Grupo Société Générale
Treezor S.A.S.
33 Avenue de Wagram
75017 París
Código ACPR (Autorité de Contrôle Prudentiel et de Résolution): 16798.
Correo electrónico: [email protected] (lunes a viernes de 8h a 18h30).
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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