Turquía prohíbe las criptomonedas en favor de la suya propia

Turquía les hace un jaque mate a las criptomonedas provocando una caída del Bitcoin del 4,5% el mismo día que se anunció, a través del Boletín Oficial del Estado, que el gobierno de Turquía prohíbe las monedas virtuales.

La noticia: Turquía dice no a las criptomonedas el 30 de abril

Para ponernos en contexto, Turquía es la mayor economía del mundo que prohíbe las criptomonedas. De ahí la relevancia de la noticia. Hasta un 20% de la población turca ha usado en algún momento las criptomonedas. Algo que deja en evidencia que está bastante familiarizada con este sistema de pago.  

Este dato, que no pasa por alto para las autoridades, se ha utilizado como filón para solventar algunos problemas económicos.

La prohibición, sus justificaciones y las reacciones colaterales

La noticia es la siguiente: El Banco Central del país (TCMB) prohibió el viernes 30 de abril tanto los pagos directos como indirectos con criptomonedas y criptoactivos de forma tajante.

Las justificaciones o razones, que se publicaron el el Boletín Oficial del Estado, apelaban que la decisión tomada pretendía evitar los riesgos que suponen este tipo de transacciones.

Uno de los riesgos, lógicamente, es que los activos digitales no están sujetos a ninguna regulación o a procesos de supervisión llevados a cabos por autoridades competentes. Es decir, no están sujetas a control gubernamental.

El mismo día de la entrada en vigor de la prohibición de las criptomonedas por parte del gobierno turco, el bitcoin llegó a caer hasta un 4,5%.

Claro que esto no supone que los ciudadanos turcos vayan a dejar de poder usar criptomonedas. Lo harán, sí, pero con la propia criptomoneda turca que el banco central anunció que iba a crear y que está plasmada en su hoja de ruta hasta el 2023.

¿Qué opinan los economistas?

Hay muchas opiniones al respecto. Una de las que más se han hecho eco los medios es que el auge del uso de las criptomonedas en Turquía, que se ha conocido como el ‘oro digital’ es una estrategia gubernamental para protegerse del 16% de inflación que marcó marzo; y la devaluación de la lira turca que ha llegado a caer un 6,4%.

Ya apuntábamos que se estima que al menos un 20% de la población turca ha usado alguna vez las criptomonedas. De hecho, los ciudadanos turcos están bastante familiarizados con las criptomonedas en relación con otros países.

La cuestión para ellos es que las criptodivisas, que están y seguirán en auge, se sigan usando, claro. Pero en este caso a favor de las emitidas por el Banco Central que sí estarán sometidas a regulaciones y supervisiones.

Es decir, presumiblemente, las transacciones que realicen con la nueva criptomoneda turca estarán controladas pues, es uno de los riesgos (para el consumidor, claro) declarados que quieren afrontar.

¿Qué quiere el usuario y qué quiere el gobierno? Conclusiones

No es ilógico llegar a la conclusión de que, quien usa o invierte en criptomonedas, quiera una economía libre e independiente. De hecho, esta fue básicamente su intención inicial.

En cuanto el usuario empieza a querer disponer de esa libertad financiera que supone no tener que dar explicaciones de sus ahorros, en qué invierte, en qué gasta, etc., el gobierno tiembla.

El control de la economía del usuario es una de las herramientas que la Administración usa para obtener nuestros impuestos y nutrirse económicamente. Algo que realiza mediante una serie de datos que tiene en su poder, controla y gestiona.

Otro asunto es que el ciudadano sienta que lo que paga en relación con estos conceptos se estén usando correctamente.

En resumen, que el ciudadano encuentre la libertad financiera que necesita para vivir bien no calza bien con todas las políticas de gobierno. Y está claro que, en la turca, no.